Capítuo 1: Artificial Love?

---

Capítulo 1

Vida

---

—Quiero tener un hijo…—sentenció con voz firme y una serenidad envidiable, mientras quien frente a él solo atino a ponerse de pie evitando que el café hirviente que derramo sobre la mesa ensuciara su pulcra bata blanca.

— ¿…qué?—Pregunto en un susurro incrédulo, limpiando rápidamente antes de hacer un desastre aún más grande.

—Quiero tener un hijo… —Repitió en un suspiro, mirándolo intensamente a los ojos, para después sonreírle esperando su aprobación.

—Mi… Minho… ¿de qué estás hablando…?—Volvió a preguntar acomodándose los lentes una vez seco todo el café, dejando un montón de servilletas mojadas en el centro de la mesa.

—Changmin no actúes como si fueras un imbécil sabes perfectamente de lo que estoy hablando, no por nada eres doctor…—Replico con tierna molestia infantil, haciendo que el nombrado retomara su lugar con la boca abierta.

¿Le había dicho imbécil?

—Minho, claro que se a que te refieres, pero… ¿no necesitas una… Pareja para eso?—Cuestiono mirando la sonrisa de su amigo ampliarse una vez más.

—Antiguamente sí, pero no ahora con todos los avances que ha tenido la ciencia y que tu infructuosamente intentas explicarme, e incluso, si la tuviera. No me sentiría satisfecho o cómodo para formar una familia…solo…solo quiero tener un bebe…— Changmin suspiro y se recargo con disimulo sobre la mesa antes de terminar de cara contra el piso de la pequeña cafetería.

— ¡Además he investigado Changmin! ¡Mira!—Dijo ansioso rebuscando en su infaltable mochila color mostaza, obteniendo un enorme paquete de papeles con un folleto descriptivo encima de todos ellos sobre los costos, riesgos, características y más sobre ¿La inseminación artificial?

—Ahí dice que- Comenzó a relatar ansioso y emocionado, deteniéndose cuando la mirada de Changmin lo observo con más seriedad de la que se hubiera esperado.

— ¿Estas realmente seguro y consciente de lo que me estas diciendo?—Pregunto el doctor Shim, sin querer ser cruel ni lastimarlo, pero no era normal que de la nada tu mejor amigo te asalte con un tema tan inesperado como ese.

Minho se agacho y su mirada se inundo de una arraigada y vieja melancolía que hizo que Changmin se sintiera culpable por obligarlo a recordar.

—Si no estuviera seguro, ni confiara tato en ti como lo hago Changmin, no te lo estaría diciendo… Yo sé que soy distinto a todos ellos, que puedo ser mejor, que seré feliz…—Termino de hablar plenamente convencido de lo que decía.

—Minho…—Dijo Changmin poniendo una mano sobre la suya—…Pero no sería mejor intentarlo con alguien a quien ames…—Minho elevo el rostro y le obsequio a Changmin una sonrisa entusiasta y esperanzada que lo deslumbro.

—Sí, por eso tu vas a ayudarme a encontrar un buen donante…—Comento dubitativo jugando con el agarre, mientras miraba de reojo la ceja arqueada en el rostro de Changmin.

—Sabes que no estoy hablando de eso…— Minho lo sabia, mejor que nadie, pero jamás había podido enamorarse después de aquella ocasión, no había nadie, nadie… Impulsivamente hizo aún lado todos los papeles y junto sus manos a modo de suplica.

— ¡Por favor! ¡Solo tú puedes ayudarme!—Grito obligando a Shim a retroceder sobre su silla, sentándose correctamente, mientras lo miraba acusador e indignado.

—Eres un mocoso astuto, si que sabes aprovechar a tus supuestos amigos—Aclaro ofendido.

—Hyung…—Dijo rodando los ojos, viendo ese respingo adorable en el mayor, Changmin amaba, amaba, amaba que lo llamara hyung, le crecía el ego—El que tú seas médico me facilitara algunas cosas, ¿Esta bien? Como el hecho de que harás que entienda esos odiosos tecnicismos… Pero aún si fueras contador, barrendero, carpintero o streapear…—Dijo tragándose una carcajada al imaginarlo con poca ropa encima—Sólo tu podrías ayudarme, eres lo único que tengo en el mundo—Afirmo volviendo a enderezarse y sonreír de esa forma que le indicaba a Changmin que estaba muriéndose de miedo y que por todos los dioses necesitaba su apoyo.

Changmin se llevo una mano al cabello y coloco sus lentes en la mesa, masajeando el puente de su nariz.

—Esta bien voy a escucharte… ¡Pero solo escucharte!—Aclaro cuando ese abrazo le saco el aire. Aunque sinceramente a quien engañaba, terminaría por apoyar todas las locuras que se le ocurrieran a Minho, con tal de no ver triste a su preciado amigo de nuevo.

—Bueno ya, demasiada efusividad. Lejos. —Ordeno Changmin sacándoselo de encima antes de hacer un gesto al camarero para que se acercara.

—Gracias Changmin hyung…—Dijo con la mirada ilusionada, mientras el mayor volvía a respingar y se sonrojaba un poco viendo a Minho con aprehensión.

—Hay que desayunar. Hablo Changmin volviendo a su tono tecnócrata, palmeándole la cabeza en un gesto muy suyo y bastante brusco que hacia bastante tiempo que minie no usaba en el, trayendo a su memoria cálidos días de adolescencia.

Minho asintió y se acomodó el cabello despacio, tomando la carta que el mesero le acerco junto con un vaso de agua.

—Pues si que te haz informado…—Dijo un Changmin serio quien ya había empezado a leer esos documentos que Minho había llevado con él.

—Por cierto hyung…—Y Changmin respingo y Minho rio con disimulo, iba a matarlo—No olvides que solo te dan una hora para comer…—Comento casual logrando que el afectado mirara su reloj a prisa.

—Me las vas a pagar dongsaeng—Murmuro entre dientes antes de tomar un bollo y algo de su nuevo café. Minho rio y lo despidió apurado.

15 minutos más tarde era el quien comía tranquilo la ensalada de verdura y pollo que Changmin había ordenado…

Al menos ahora tenía un peso menos sobre los hombros.

***

Sal, pimienta, más sal y finalmente dejo tranquilo el estofado que estaba cocinándose sobre la estufa y que esperaba hervir.

Su pequeño apartamento olía a toda clase de ingredientes y condimentos, la mesa de su cocina, solo para dos personas, estaba atiborrada de comida, que iba de lo más dulce a lo más picante, y eso era el agradecimiento a Changmin por excelencia, no solo porque amaba comer, sino porque Minho, nunca había encontrado otra manera de pagar los favores que le hacia, ni el especial cuidado que mostro hacia su persona desde el primer instante en el que descubrió que necesitaba ayuda…

—FLASH-BACK—

Era bastante temprano y los pasillos de la escuela estaban casi desiertos, pero él sabía, que como todos los días antes de dejar de ser un desconocido para hyung, pasaría por ahí rodeado por todos esos ricachones patanes, y que por mucho tiempo considero igual a ellos.

La bulla al final del pasillo lo hizo saltar sobre su sitio y presionar contra su cuerpo ese paquete que preparo cuidadosamente en la madrugada, de igual forma no había dormido nada.

Changmin venía caminando tranquilamente, sonriendo de vez en vez hacia alguno de sus acompañantes, llevaba ojeras y lucia cansado y desanimado. Minho espero a que todos pasaran por su lado ignorándolo como era normal, cuando no era necesario reírse de él y se posiciono frente a Shim desacelerando su avance con suavidad, recibiendo en respuesta una sonrisa pequeña y cortés, que desapareció poco a poco cuando Changmin ubico a ese muchacho que mantenía el rostro mirando el piso, bajo una delgada cortina de cabello que lo hacía ver irremediablemente torpe, aunado al ligero encorvamiento que no ayudaba mucho a ser notado aun siendo tan alto.

Su mirada se entristeció y entonces Minho levanto el rostro mientras los ojos de Changmin se embarraron de algo que rayaba en la lastima. El menor no quería eso, no de él…

—Hola…—Dijo Minho distrayendo a Changmin de su intenso escaneo— Mi madre estuvo de buen humor esta mañana así que gracias…—Hizo un amago de sonrisa y frunció las cejas un poco apenado, camuflando esa mentira amable que Changmin no tenía ningún derecho de refutar, solo limitándose a tomar esa bolsa de papel.

—De nada, pero fue solo una broma lo que te dije ayer sobre el desayuno…—Comento Changmin algo confundido logrando que Minho se relajara un poco.

—Eres tan tierno, le has traído galletas—Dijo un tipo codeándolo con más fuerza de la necesaria, incomodándolo, las risas, las risas lo sofocaban.

Changmin saco una galleta y se la comió de una mordida limitándose a observar la escena con atención.

—Están muy buenas—Dijo Changmin guardándolas en su mochila—…Pero parece que tú problema empezó cuando te deje ir…—Y en un acto impulsivo delineo con su dedo índice el labio inflamado y partido. Minho se congelo, congelo su sonrisa y lo miro con pánico, la desesperanza lo inundo de nuevo pero se movió porque si seguía mirando los ojos de Changmin algo malo ocurriría. Changmin lo vio quitarse el cabello del rostro de forma inconsciente, porque si lo llevaba largo y sin forma era para que no se notaran los moretones cuando no era lo suficientemente rápido esquivando los golpes o los objetos que le propinaba su padre cuando estaba ahogado en el alcohol; y entonces a la vista quedo el pómulo hinchado y amoratado.

—Cuanta cursilería, Changmin tenemos un examen por si lo olvidas y si Choi sigue actuando así anexara a su lista de defectos hasta el ser estúpido y aspirar más allá de lo que puede ver.

Minho se reprendió mentalmente, claro que era un estúpido, todo eso había sido una mala, mala idea.

—Hasta luego…—Dijo con el rostro más bajo que al principio, queriendo huir y dejar de oír la risa de esos patanes, pero el escalofrío y el miedo volvió, Changmin acuno su mejilla contra su palma, Minho lo miro aterrorizado pero de dos ligeros movimientos despejo por completo su rostro, y suspiro… Shim Changmin suspiro resignado y abatido, le sonrió con suavidad y deslizo su mano entre su cabello regalándole una caricia en verdad sincera.

—Admirable…—Susurro Changmin girando con el para caminar en dirección contraria a la que se dirigía. Minho se aferro a su mochila sonriendo sin igual, admiración era algo que no pensó provocar en los demás y mucho menos en… en él…

En su mundo perfecto, la vida de Minho era una falacia inherente al desperdicio del mundo. O eso pensaba hasta la noche anterior. Por extraño que pareciera eran vecinos y tuvo la mala fortuna de escuchar lo que pasaba en el domicilio de al lado, Changmin siempre creyó que sus vecinos eran raros y que el y Minho eran diametralmente opuestos, aunque eso era cierto. Él pudo ignorarlo todo y fingir que nada pasaba pero no supo que lo llevo a actuar del modo en que lo hizo. Ahora Minho no podría ser ignorado por él con tanta facilidad como antes, pues caminaban lado a lado por los pasillos de la preparatoria, hasta que llegaron al área de segundo donde estudiaba Minho.

—Gracias por acompañarme—Le dijo sin haber soltado los tirantes de su mochila, dejando a la vista un par de rasguños que en definitiva eran recientes. E hizo el amago de alejarse a su salón pero el subconsciente de Changmin lo detuvo.

— ¡Oye…eh…! ¿T-Te gustaría desayunar conmigo… hoy?—Formulo expectante ganándose una mirada brillante y ansiosa.

Minho dejo que el cabello le ocultara el rostro de nuevo y asintió efusivo.

— ¡Nos vemos Changmin ah!—

En esos momentos de su vida, algo tan simpe como eso fue lo que encendió las luces que habían sido apagadas años atrás en el alma de un pequeño…

—END FLASH-BACK—

—Dios Changmin era tan…—El burbujeo del estofado sobre la estufa capturo su atención completa de nuevo y sonrió apagando el fuego, estaba más que listo, aunque tocaron el timbre antes de que pudiera llevarlo a la mesa.

Sonrió, se quito el mandil y lo aventó sobre la mesilla junto a la estufa, caminando disparado hacia su pequeño recibidor.

— ¡Changmin!—Odiaba cuando Minho le sacaba el aire con sus abrazos, era una sensación agridulce si recordaba lo que tardo que Minho aceptara un apretón suyo sin respingar asustado.

—Ya, suéltame que no me tienes tan contento—Le dijo quitándoselo de encima enojado y ofendido, entrando indignado rumbo a su habitación, o al menos ese había sido el plan inicial hasta que Minho estuviera encima de él para que le hiciera caso, solo que olía como… a… rico… Y su estomago lo traiciono.

Minho entro riendo tras el y se colgó de sus hombros cuando se quedo a medio pasillo viéndolo con una mirada inquisidora.

—No es chantaje, hyung…—El respingo evidente y el puchero—Recuerda que te deje sin comer esta tarde…

Changmin sonrió porque era imposible para él enojarse con Minho, más aun cuando cocinaba todos sus platillos favoritos, Minho parecía amar cumplir sus caprichos y a su vez Changmin amaba que Minho amara cocinar para él, era una ecuación bastante sencilla.

—Ya hyung reacciona y cuéntame ¿Cómo esta Ji Eun?—Le pregunto quitándole el saco y la mochila con las mudas de ropa para cuando estaba de guardia, apresurándose en dejarlas en la pequeña sala de estar, tironeando a Changmin hacia la cocina para que se sentara a comer.

—Y yo que se, hace como 3 semanas que no la veo.

— ¿Y por qué no la llamas Changmin?

—Seamos realistas—Dijo queriendo manosear el pastel, desistiendo al ver a Minho a la cara.

—Esto tiene años de no funcionar, prácticamente vivo contigo a ella solo la veo cuando vamos a pagar la renta de ese apartamento que nadie utiliza—Minho se sintió repentinamente culpable pero Changmin corto su hilo de divagaciones con brusquedad.

—Tú definitivamente eres una mejor novia que ella. —Acoto con un puchero tierno mientras Minho se carcajeaba como demente, viéndolo morder con delicia ese sándwich de pollo y queso, se estaba muriendo de hambre.

— ¡Changmin lávate las manos!—Reprendió Minho, sin querer pensar más en ese último comentario, porque era la verdad, aunque le diera vergüenza admitirlo.

Changmin se había mudado con Ji Eun cuando terminaron la carrera hacía ya varios años, hasta ese instante ellos dos habían vivido juntos y Minho se deprimió bastante cuando Changmin se fue, porque eso quería decir que él iba a formar una familia, lejos de él. Aunque la tristeza no le duro mucho, Changmin continuo regresando al apartamento como si siguieran viviendo juntos prácticamente a los 2 meses de haber ingresado al hospital central.

Ji Eun y Changmin estaban inmersos en sus carreras, él era pediatra y ella neurocirujana, desde entonces su supuesta relación salía a flote en periodos vacacionales, aunque últimamente las cosas habían comenzado a estar más tensas entre ellos.

—Por cierto, tú ropa esta limpia sobre la cama, no olvides dejar la sucia en el canasto del baño—Le dijo probando la carne del estofado, sonriendo complacido dispuesto a servir dos enormes cuencos, aun cuando los brazos cálidos de Changmin lo rodearon con fuerza.

—Si “mi amor” también puedo sacar la basura y pasear al perro.

—Changmin eso es ridículo, nosotros no tenemos un perro. ¿Qué tal sabe?—Pregunto Min chan dándole a probar con su cuchara, riendo al ver los ojos de Changmin iluminarse como los de un niño.

—Oh dios, ¿Cuándo nos casamos?— Apremió juguetón en medio de una carcajada ruidosa.

—Changmin sería más fácil si le enseño a Ji Eun— Changmin rodo los ojos e hizo una mueca incrédula ayudándolo a llevar los platos a la mesa.

—Puede abrir un cráneo pero lo único que puede cocinar es ramen instantáneo. Cuando hacía las prácticas en el hospital. ¿Por qué crees que te pedía más comida? Cuando intenta cocinar ni las mascotas del vecino comen las sobras.

—Que cruel eres Changmin…—

—Soy sincero que es distinto, por eso no me cocina, no me regala nada, ni sabe cuando es mi día de descanso.

—Tú no tienes días de descanso.

—Y ella lo sabría si me conociera, pero no importa ambos estamos bien así.

—Mentiroso, si estuviera bien así, tú no pasarías todo tu tiempo libre aquí y ella en el hospital.

—Minho cállate, suenas igual que mi madre además... —Changmin sonrió y corrió a la sala, cuando volvió le entrego una barra de chocolate.

Minho no podía resistir el chocolate, era una pequeña terapia que lo hacía feliz y Changmin no podía resistir comprarle una barra todos los días.

—Gracias.

—De nada—Por que esa sonrisa lo valía.

Minho rodeado de tanta calidez a veces se preguntaba si tenía derecho a desear que eso durará para siempre, entre bromas, sonrisas y la cómoda familiaridad, de ellos dos, juntos…

***

— ¡Oye Changmin! ¿Y qué pensaste sobre nuestra conversación de esta tarde?—Le dijo Minho desde la cocina, preparaba café mientras en la sala Changmin revisaba de nuevo los documentos que Minho le había dado y en la mesa de centro ya los esperaba el pastel que compraba en la pastelería cerca de su trabajo cuando volvía a casa.

—Realmente sigo creyendo que es una idea extremista, además… ¿Qué se supone que significa esto?—Le dijo cuando entro a la habitación con el café entre las manos— ¿Características del donante? Guapo, alto, si se puede más que yo, inteligente, honesto, amable, sensible, protector, cariñoso y dulce, pero si es tímido mejor… Y con buen cuerpo, ni muy musculoso, ni muy escuálido…—Minho se sentó junto a Changmin y se encogió de hombros pasándole su café mientras se acurrucaba a su lado subiendo sus piernas en las contrarias.

—Creo que tengo derecho a exigir como quiero que sea el appa de mi hijo...—Changmin rodo los ojos y abrió la boca recibiendo el pastel que Minho le ofrecía.

—Siii… y no lo discuto. Pero eso sirve cuando vas a tener una relación o ya mínimo una cita a ciegas, no cuando vas a un banco de esperma, además Minho ¿Lo has leído? Hogareño, simpático y con sentido del humor, trabajador y responsable…. ¡Ese tipo no existe! Es perfecto, o bueno casi, porque ya dije que no existe, has tenido mucho tiempo para idealizarlo…— Minho frunció el ceño y comió un poco de pastel.

— ¿Para qué someterte a un proceso si esas características las puedes encontrar en una linda chica? Puedo presentarte a alguna de las amigas de Ji Eun y…—

—Changmin sabes lo que pienso sobre las mujeres…

—Si, si, no confías en ellas y todo eso…—Minho asintió y le dio más pastel para que dejara de hablar.

—Y sobre todo hyung no quiero una relación, lo he pensado con claridad, no estoy borracho aunque si agotado… Y yo no serviría, no sirvo para eso, ¿Entiéndeme si?—Le pidió tomando su rostro entre sus manos.

—Sé que me comprendes…—

—Por supuesto que te entiendo pero…—Claro que lo hacía, Minho no era un fiasco para las relaciones, le tenía fobia, pánico, terror al contacto, eso era lo que pasaba—Sigue siendo una decisión muy seria y costosa… —

—Tengo mis ahorros…—Le dijo esperanzado— Y también puedo soportar el dolor. —Le dijo sin rodeos, había leído los riesgos y las experiencias, sabía que dolía y Changmin lo había estado mirando “así”, desde que empezó a ponerle trabas.

Changmin suspiro y se apuró en comer pastel para olvidarse de eso, claro que Minho podría soportar el dolor… Pero no era algo a lo que le gustaría someterlo.

—Sabes yo no le veo nada de malo a las características del donante—Dijo Minho después de un rato mientras Changmin lo volteaba a ver extrañado.

—Si, salvo que ese tipo es una fantasía muy bonita —Dijo con la voz tomada.

—Claro y la mayor parte del tiempo es sarcástico y grosero…

—Ves te dije que… ¿Qué…?—La voz de Changmin se perdió al instante que recibió un beso en la mejilla, Minho se había inclinado y tomado sus manos con mucha determinación.

—Claro que existe…—Le dijo riendo con complicidad antes de besar su frente ahora—Es mi mejor amigo. Y yo no dije que fuera perfecto. —Determino levantándose de su regazo para ir a dormir.

—Gracias Changmin y buenas noches…

Changmin se quedo bastante tiempo despierto en medio de la oscuridad, pensando, pensando y pensando en eso que acababa de pasar… Minho… ¿Podría él…?

¿Cómo diantres se supone que debía responder a eso? El conocía mejor que nadie todo lo que Minho había vivido… Y aún así tenía la fortaleza de querer una familia… ¿No era tiempo de qué él también pensara en formar la suya? Aun si eso implicaba alejarse de Minho…

—Ungh…Otra noche de insomnio—Dijo en un susurró recostándose en el sofá, no tenía ganas de ir a su habitación y ver a Minho acurrucado en la cama temblando de frío al andar por el pasillo, terminarían por dormirse juntos como cuando eran más jóvenes y ya era tiempo de dejar el pasado en el pasado. Bostezo y la fatiga de todo el día hizo mella rápidamente, se quedo dormido antes de ver o sentir a su escurridizo amigo quitarle las gafas y abrirse un campo a su lado, cubriéndolos con las mantas hasta el cuello, había cosas que Minho ni podía ni quería dejar ir.

---

9 años atrás.

Tecleo maniáticamente, necesitaba terminar ese ensayo cuanto antes, se moría de sueño y también iría a robarse el cereal de sus hermanas antes de dormir ¿por qué no?

— Y… ¡Listo!—Dijo dando click en guardar y estirarse sobre sus silla, alejándose de la computadora satisfecho por haber finalizado su trabajo, solo hasta que en la casa vecina los gritos se hicieron ensordecedores, desgarradores y él tuvo una buena razón para llamar a la policía, los vecinos eran raros y llevaban solo unos meses viviendo ahí, pero un traqueteo en su patio trasero lo distrajo antes de notificar a las autoridades, con teléfono en mano se asomo un poco por la ventana que daba hacia el patio y vio a ese chico, Minho, salir apurado de su casa con solo una ligera playera de manga corta encima, unos pantalones demasiado grandes para ser de él y descalzo. Su expresión ausente, resignada y triste fue lo que probablemente lo hizo dejar el teléfono en la cama.

Esas dos casas compartían un pequeño tramo de patio así que lo vio divagar de un lado a otro hasta que se sentó tembloroso junto al oxidado y viejo podador de su padre.

Los gritos habían parado y Changmin suspiro, solo había sido una “discusión” de sus vecinos. Volvió a estirarse y le dio una última mirada a ese chico, no se veía con ganas de entrar a su casa e incluso se veía más tenso que hacía instantes.

— ¿¡Donde esta!? ¡No lo ocultes! ¡MINHO!—Ese grito aterro a Changmin quien salto en su lugar y se golpeo estrepitosamente con una repisa, tirándose encima muchos de sus libros.

El estrepito en la habitación de Changmin asusto aun más a Minho y se levanto de un salto, brincando de nuevo cuando el grito de su padre volvió a llamarlo buscando donde diablos meterse.

—Pssst…

Changmin no sabía porque lo hacía e hincado sobre el marco de su ventana lo adjudico al fregadazo que se acababa de meter.

Minho miro en todas direcciones y al no ver a nadie a punto estuvo de echarse a correr pues los gritos habían regresado y ahora por su causa.

Changmin se estaba desesperando porque su vecino no le hacía caso y tras un arrebato que se acompañó por un nuevo grito y un golpe seco en la casa de al lado abrió totalmente su ventana.

— ¡Hey! ¡Minho!—Grito haciéndole una seña para que subiera por la jardinera, mientras Changmin salía parándose sobre la misma, caminando por el borde hasta donde Minho había usado los trastos de su papá como escalera, Changmin lo tomo de la mano y en una zagas maniobra como de ninja lo metió a su habitación, apago la lámpara de su escritorio e hizo aun lado sus libros desparramándose en el piso con total agitación.

— ¡Minho!—La puerta trasera de la casa del menor se abrió y el aludido se estremeció cerrando su mano sobre la de Changmin, mientras dolorosos retorcijones le empezaban a nacer en el estomago.

— ¡Déjalo tranquilo!—La voz llorosa de su madre le atravesó como un relámpago y comenzó a temblar tapándose los oídos cuando no lo soporto más.

Changmin no supo que más hacer, palmeo su cabeza con delicadeza, como solía hacerlo su madre cuando era más pequeño. Lo hizo hasta que todo se sumió en un casi bello silencio.

Changmin bostezo y se apoyó contra la pared. Se sobo la cabeza y no dijo nada, solo miro al niño a su lado, sin ser capaz de detenerlo cuando se levanto ya entrada la madrugada, saliendo con el mayor de los cuidados por la ventana.

— ¿Crees qué es prudente qué te vallas ahora?—

—Uhum…Gracias…—Asintió y le sonrió un poco despreocupado, aunque por dentro aun temblara de miedo.

—Changmin…—Minho abrió la boca y quiso decir algo más pero después de un rato siendo observado negó suavemente para sí—Buenas noches.

Y con esa frase como despedida Changmin lo observo bajar de nuevo por los cachivaches de su padre. Una carcajada burlona y adormilada resonó en medio de la noche, Minho estaba a punto de tocar el piso cuando sin más se tambaleo y termino de rodillas en el pasto. El menor también rio bajito y se sacudió las ropas ya en pie, tomo mucho aire antes de entrar a su casa y le regalo una última mirada a Changmin.

—Por cierto más te vale tener más cuidado o si no tendrás que invitarme a desayunar—Dijo Changmin en broma para después cerrar su ventana y sus cortinas, desplomándose algo contrariado sobre su cama, estaba muy preocupado.

Cerró los ojos y al cabo de un rato se quedo dormido, esperando seguir con su perfecta y pacifica vida como hasta ese instante, aunque en el fondo de su ser había tenido un presentimiento extraño.

---

Continuará

---


Hello everybody!!!!!!!!!!!
Hoy hay actua especial, porque es el cumple de mi hermosa y genial amiga siri chan *-* Bueno hoy no en México mañana xD pero en España ya :D Así que

FELICIDADESSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSS !!!
Te quiero mucho cosi hermosa y te mando un enorme abrazo de aqui hasta ya con my heart gay y asi rainbow espero que te la pases de maravilla y que te guste esta historia :D m-preg para ti *-* te adoro!!!!!!!!!
*si ya se que es cutre y asi pero ñeeeeeñ hago lo mejor que mi mediocridad puede hacer*
*apachurra a Siri con ganas*
:3 <3 <3 <3