Capítulo 4: Nuevo comienzo, encuentros inesperados.
Siempre, permaneceré solo a tu lado…
Desde que te he estreché entre mis brazos…
Desde que me di cuenta de las señales…
Quizá el número de lágrimas,
Sea mayor que el número de sonrisas…
~ Pero permanecer a tu lado ~
Eso es…
Lo que puedo hacer por ti.
Kimi No Tame Ni Dekiru Koto-Gackt.
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“Vi llorar a mi bebe y pude tocar su pequeña manita antes de que todo se volviera realmente oscuro y me envolviera una preocupación ajena pero al mismo tiempo familiar, después de eso no recuerdo nada más del 16 de Octubre de ese entonces…”
3 años después…
-¡¡¡Levántate!!!-grito un pequeño de limpia y adorable sonrisa, alargando la última parte de la palabra, brincando sobre un bulto súper enredado entre las mantas.
-¡¡Levanta!! ¡¡Levanta!! ¡¡Hoy es el gran día!!- la persona en cuestión solo soltó un gruñido en respuesta, hundiéndose aún más entre la suavidad de su cama. El pequeño rió de forma peculiar e hizo un sonido disconforme, se abrazo al peluche de Mickey Mouse que cargaba en ese momento y…
-¡¡¡Appaaaaaaaaaaaaaaaa!!!-El grito que soltó hizo que la persona en la cama terminara en el suelo de cabeza, después de chocar contra la pared, al mismo tiempo que se le venían unas cajas encima.
Pasos apresurados se aproximaron a la habitación abriendo la puerta abruptamente.
-¿Qué se supone que hacen?-pregunto Jaejoong con un traje oscuro muy elegante, mientras tras el aparecía un tranquilo Minho observando con actitud crítica la habitación.
-Mi papi no quedía levantadse entonces guite y se cayó y después las cajas que aun no guada se le cayedon encima-informo con un puchero besando el pequeño mouse que tenía entre sus manos.
-Muy bien In hwan lo has hecho de maravilla vamos a desayunar…-murmuro Minho sonriente esquivando, ropa, zapatos, juguetes, libros basura y las cosas que hace una semana debían estar guardadas.
-¡Wa! ¡¡¡Totuga chan quiedo cedeal!!!-informo el pequeñín de 3 años y meses elevando las manos hacia su tío, quien sonrió tiernamente tras escuchar el apodo salir de los labios de su sobrino hermoso, levantándolo para comenzar a besarlo enternecido mientras el bebo hacía lo mismo frotándose la carita sonriendo angelicalmente.
-¡¡Kim In hwan!!-Tras el repentino grito de Junsu el niño se sobresalto y se cubrió la boca con una mano, volteando a mirar a su papi.
-¡¡Mande!!- Junsu frunció las cejas, iba a empezar a regañarlo.
-¡¡No me has dicho buenos días!!-chillo Junsin de forma escandalosa, arrancando una ruidosa carcajada de su hijo y de sus hermanos quienes se burlaban de las mismas expresiones infantiles que realizaba hacia In hwan.
-¡¡¡¡Buenos Días delfín!!!!-canturreo hermosamente el pequeño estirándole las manos a su papá, quien sonrió y corrió a abrazarlo llenándolo de besos dulces, medio enredándose con el desorden de su habitación.
-Hay mi precioso ratoncito, te quiero tanto-suspiro apretujándolo mucho, mucho hacia él.
-Sí, sí, ya ahora me toca a mí…-intervino Jaejoong manoteando y arrebatándole a su sobrino haciendo un puchero recibiendo torpes besitos en las mejillas.
-¡¡¡Gatito Chan quiedo cedeal!!!-volvió a quejarse el pequeñín.
-Ok corazón ve a desayunar con Minho necesitas ponerte muy guapo-le hablo en tono dulce e infantil pasándoselo a Minho, quien salió de la habitación riendo entre juegos con In Hwan, ese pequeño que a partir de su nacimiento solo los lleno de bendiciones y que ahora era la razón principal por la que se habían mudado a Seúl.
-Junsu…-hablo en tono áspero.
-¿Cuándo piensas limpiar este desastre? hace una semana que nos instalamos oficialmente-
-Con razón tu hijo no se quiere dormir contigo, ¡¡no cabes ni tú!!-ironizo sarcástico rodando los ojos algo fastidiado.
-Jaejoong ¿En verdad crees qué fue lo mejor?-pregunto algo deprimido sentándose en la cama, descolocando nuevamente a su hermano mayor quien suspiro comprensivo.
-Junsu…No de nuevo sabes que si conseguimos este trabajo, In Hwan no tendrá ningún tipo de dificultad en el futuro, además Donghae nos facilito el traslado y el departamento así como las entrevistas…Por favor…-suspiro en un ruego mientras su hermano jugueteaba enfurruñado con la tela de su pijama.
-Es que Jaejoong tengo un presentimiento extraño...-
-Junsu son los nervios veras que todo saldrá bien, además mi sobrinito esta adaptándose y parece gustarle, recuerda que todo lo hacemos por él, nunca hemos vivido mal, pero si nos quedamos en esa empresa gozara de ciertos privilegios, después de todo las Corporaciones Park son incluso más importantes que el emporio SooMan-Lee…Aunque Donghae aun lo niegue-
-¿Estás seguro?-pregunto temeroso mirándolo decaído.
-Totalmente, apuesto a que este nuevo empleo será tan revitalizante para ¡¡todos!!-
Junsu miro esa sonrisa amplia y alegre en su hermano, eso bastaba por ahora Jaejoong nunca se equivocaba, aunque ese sensación extraña aún estuviera muy presente en él, lentamente se le dibujo una sonrisa en el rostro incluso parecía brillar, la imagen de su hijo le vino a la mente y supo que todo estaría bien, por In Hwan y porque habían superado peores cosas juntos.
-Está bien ¡¡Fighting!!-Gritó de forma increíblemente ruidosa, haciendo saltar a Jaejoong en la cama.
-Eres un nalgón odioso Junsu ¡¡porque gritas!!- lo reprendió llevándose una mano al pecho.
-No soy nalgón…-
-Oh vamos es como decir que yo extrañó a mi antiguo jefe…-le comento irritado acercándose a la salida.
-Bien más te vale estar listo en 20 minutos si no quieres que te saque desnudo de la ducha, apresúrate y cuando lleguemos quiero que limpies esta habitación de lado a lado ¿Entendiste?-
Junsu formo un puchero y como niño regañado se dirigió a la ducha.
-Amargado, debería conseguirse una novia…aunque con lo insaciable que es un novio semental estaría bien…-murmuro silenciosamente según él.
-¡¡JUNSU!!-casi se cae contra las baldosas después de ese grito, escuchando las carcajadas de In chan y de Minho desde la cocina, Jaejoong y su maldito súper oído. Se permitió sonreír, ¿qué importaba el lugar? Estaban juntos y eso era lo más valioso de todo.
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Bien sabía que debió levantarse temprano solo les quedaban 5 minutos para llegar a la empresa, Donghae les había hablado por teléfono como 20 mil veces diciéndoles que Kim kibum su novio los estaría esperando y les explicaría los términos de reclutamiento de la corporación, pero ¡ah no! él se baño hasta que quiso y por eso se les había hecho tarde, por suerte In Hwan no era tan inquieto como parecía e iba muy tranquilo entre los brazos de Minho con un Jumper de color azul, una gorrita para evitar el frío y su infaltable Mickey mouse con esas orejas a juego que nunca se quitaba.
Esperaron pacientemente a que la luz del semáforo cambiara sin notar mucho los autos que lógicamente debían detenerse frente a la luz roja, Jaejoong avanzo primero, seguido de Minho y al final él, observando la inmensidad del edificio, de seguro los dueños eran unos bastardos, esa gente siempre era así.
Un ruidoso rechinido lo saco de su ensimismamiento, un costoso audi convertible casi golpea a Jaejoong pues el conductor iba más entretenido hablando por teléfono.
-Hyung ¿estás bien?-le pregunto Minho quien por poco también recibe el impacto del golpe.
-Si no es nada…-murmuro mirando a su sobrino quien le sonrió y le hizo el gesto de la paz entre los brazos de Junsu, permitiéndose voltear furioso hacia el conductor con su café en mano.
-¡¡ ¿Acaso no ve los señalamientos?!!-pregunto iracundo hacia el tipo quien estaba bastante sorprendido, pues su distracción fue peligrosa.
-Jaejoong…-se acerco Junsu instándolo a caminar, siendo ignorado magistralmente pues el tipo con el que Jae quería pelear solo lo miraba atreves de unos lentes de sol con la boca abierta.
-¡¡Ten más cuidado!! ¡¡IMBECIL!!-Tras su descomunal grito saco de su mutismo al conductor pues apreció a cámara lenta como es que ese chico lanzaba su café contra el parabrisas.
-¡Vámonos!-insto enfadado -así aprenderá a no hablar por teléfono mientras conduce…-
Junsu y Minho caminaron apurados tras él, estaba demasiado nervioso y lo mejor sería no fastidiarlo mucho.
El dueño del costoso automóvil se bajo del auto con la mandíbula desencajada valla que resulto fiero el niño bonito, se rasco la cabeza mirando el desastre sobre su carro.
-Señor Park ¿se encuentra bien?-una voz hablo a sus espaldas llamando la atención del nombrado.
-Señor Kang ¿cuántas veces le he dicho que me llame Yunho? Me conoce desde antes de que naciera…- se rió de forma varonil mientras el señor sonreía con cierto orgullo, el joven Yunho era el presidente de las Corporaciones Park tras el retiro de su padre él y sus dos hermanos se encargaron de tomar la Empresa a su cargo cada cual con sus respectivas habilidades pero la habían hecho crecer a niveles insospechados, ese muchacho en particular era en verdad una persona honorable, sencilla y respetuosa, ya no había tantos jóvenes como él.
-Señor Kang ¿me está escuchando?-
-Oh sí lo lamento…-
-Aquí tiene mis llaves supongo que no me hará ningún daño caminar, llame al auto lavado que vengan a recogerlo y la próxima vez no deje que un niño bonito arroje café sobre mi auto-
El señor Kang lo miro algo sorprendido por el franco comentario.
-¡¡Era una broma!! Creo que no fue buena, espero que tenga un buen día-Se coloco su saco y tomo su portafolios antes de irse, caminando a paso tranquilo hasta el edificio de su oficina, recordando la mueca molesta del pelinegro a quien casi atropella, lo mejor sería buscarlo y disculparse, digo lo último que distinguió fue su entrada apresurada hacia las instalaciones de sus edificios.
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Mansión Park.
El cabeza de familia salió sigiloso de su habitación mirando hacia ambos lados del pasillo ignorando la fineza de los decorados y lo costoso de los muebles, hoy había tenido un buen presentimiento y no perdería la oportunidad, encontraría tres personas maravillosas con las cuales emparejar a sus hijos, porque después de que asumieran la dirección de su Imperio a parte de convertirlo en un monopolio neoliberal con estructura socialista, cosa rara de combinar, pero bueno si sus hijos estaban juntos en una habitación ¿Por qué no mezclar esos dos términos?. Estaba bastante claro que los tres estaban completamente solos, primero Yunho, el mayor no se enamoraba con facilidad a pesar de ser tan galante y educado, demasiado quisquilloso en realidad, necesitaba a alguien perfecto y exigente, (o una esclava) porque sencillamente él era un desastre.
Luego Yoochun ese tipo hijo suyo se la vivía de fiesta en fiesta y cambiaba de “novia” como de ropa interior, ¿a quién habrá salido tan pícaro?, porque si él tenía una buena cualidad era la de ser fiel, la mamá de sus mocosos tenía pruebas fehacientes de ello.
Y al final Changmin, ese escuincle osaría casarse con un refrigerador y con la saga de Harry Potter, que no era tan reciente, pero la leía periódicamente, nunca le conoció una novia y si la tuvo pues o la chica era tonta o su hijo era gay, es una posibilidad que estaba planteándose recientemente, después de pasar toda su infancia con las sobrinas de Soo Man a lo mejor quedaron traumados y con secuelas, además de obtener un miedo intrínseco hacia las mujeres (en el caso de Yunho y Changmin, Yoochun bueno el…) pues esas chicas eran verdaderamente insoportables, por más que su esposa las quisiera mucho el no las quería de nueras.
Un escalofrío recorrió la espalda del hombre al imaginárselas pavoneándose por su casa, no, no primero muerto.
-Señor Park sabe que si sus hijos lo ven de nuevo en la empresa se pondrán furiosos…-murmuro una voz a su espalda.
-Han Geng, buenos días…-saludo el señor con expresión seria no dejando entrever lo que pensaba realmente.
-Buenos Días…-respondió con una sonrisa amable enfundado en ese costoso y elegante traje negro con el cabello peinado en punta.
-Pero es Hankyung señor…-
-Oh cierto olvide que el pequeño Henry es el único que te llama Han Geng…-se interrumpió un minuto viéndose al espejo de su enorme sala, su ropa era bonita y limpia pero no lucía como el traje que usaba el chino y eso era perfecto no llamaría mucho la atención-…no espera, Hanie es la forma en la que se dirige a ti…-Henry Lau era el hijo de uno de sus socios con el que mantenía diversos tratos en China.
-Ok me doy por vencido ¿lo llevo a la empresa?-Formulo la pregunta sin esconder esa sonrisa avergonzada, el papá de su amigo era una persona muy perspicaz.
-Me harías un gran favor…-sonrió de forma altiva, a pesar de ser un hombre mayor aún era atractivo y tenía ese lado entre burlón, amable, sarcástico y arrogante que era sumamente interesante.
Una vez instalados en el automóvil el señor rió internamente al ver a una de sus mucamas besar tímidamente al jardinero.
Retomando lo anterior cuando sus hijos se encargaron de la empresa él se dio cuenta de la inmensidad de tiempo libre que tenía, los primeros meses fueron bien, pero después todo se volvió estresante y monótono, se la pasaba horas observando su jardín, las piezas de arte que por años se encargo de comprar y nunca admirar y ya que no tenía nada mejor que hacer, empezó a notar las relaciones de las personas, primero habían sido su mucama y el jardinero, así que ya que estaba aburrido los empezó a poner en situaciones propicias para entablar una relación y había dado frutos recientemente. Después fue Han el compañero de borracheras de Yoochun, en una fiesta de negocios a la que asistieron en China. Era la primera vez que Henry el único heredero de la automotriz Lau se presentaba a un evento de sociedad, ese chiquillo era un verdadero genio talentoso, toco una pequeña pieza con su violín maravillando a los invitados y por supuesto al degenerado reivindicado, “Hanie”, nunca fue un mal muchacho pero el llevarse tan bien con Yoochun le pego sus malas mañas.
Y pues él le Recomendó a Tao, el padre de Henry, dejar que Han Geng frecuentara a su hijo para que fuera perdiendo la timidez y lo aconsejara sobre cómo comportarse en las fiestas de sociedad, al final el tuvo que dar la cara por ese pervertido cuando Tao los encontró en una situación algo vergonzosa, entorno los ojos al recordarlo, el niño con cara de hámster montado sobre las caderas del otro en medio de la sala de juntas, más específicamente en medio de la mesa de la sala de juntas, al parecer intimar en un lugar en el que serían fácilmente descubiertos fue la idea del chino para que Henry perdiera la timidez.
Por suerte después de una charla exhaustiva con los padres de los implicados aceptaron su relación y realizaron un convenio, los Restaurantes de 5 estrellas *“Liming” se encargarían de promocionar las novedades de las empresas Lau, a fin de cuentas el encuentro resulto productivo y él quedo satisfecho después de casi arrancarle una oreja a Yoochun pues fue él quien le dio la grandiosa idea a su amigo de hacerlo en la sala de juntas, les iba tan bien que había escuchado rumores de una próxima boda, pues la señora Lau y la madre de Hanie estaban ansiosas de tener nietos.
Cuando lo noto el auto se estaba estacionando frente a un reservado de sus edificios y al bajarse miro claramente cómo es que un muchachito iba refunfuñando un montón de palabras altisonantes que no iban para nada con su rostro, mientras lo seguían otros dos chicos, el niño que cargaba el castaño más bajo le llamo la atención, fue como una extraña sensación de Deja Vu.
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A penas atravesaron las puertas de la sala de conferencia Kibum los empujo con fuerza a sus asientos la verdad es que lucía muy molesto, más aun así abrazo y sonrió al pequeño In Hwan, alejándose con él hacia una esquina de la sala, los hermanos Kim solo se miraron avergonzados ahora tendrían que empezar sin ninguna ventaja como todos los demás y valla que había solicitantes, medio auditorio como con 80 personas era demasiado.
Poco a poco y tras recibir las indicaciones del orador las cosas quedaron así 30 personas como solicitantes para el puesto de analista, para el cual aspiraba Minho, 25 para publicista puesto al que aspiraba Junsu y 25 para Chef del comedor principal al que obviamente sería designado Jaejoong, al menos unos de los tres tenía el puesto asegurado.
Cada año contrataban nuevo personal pero el ingresar a la empresa no era para nada sencillo al final del día y según el desempeño de los aspirantes solo 3 se quedarían con el puesto, básicamente era una competencia y ellos tenían que conseguir el trabajo a como diera lugar, la introducción finalizo y la sala fue vaciándose poco a poco.
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Junsu suspiraba y entornaba los ojos cada tanto ¿por qué Kibum estaba regañándolo? Oh claro porque cuando se acerco a ellos su precioso ratoncito solo murmuro un “señalemos al culpable” que aparte de sonar endemoniadamente tierno se gano las miradas y reprimendas acusadoras de sus hermanos y de Kibum, quien cuando se canso de gritarle les explico rápidamente en donde estaba la guardería, esa era una de las ventajas de trabajar ahí los hijos de los empleados que aun no asistían a la escuela se quedaban en las instalaciones de la empresa y cuando ingresaban al colegio el mismo personal se encargaba de llevarlos y recogerlos de la escuela regresándolos a la guardería del trabajo.
Pensando en eso ¿dónde estaba In Hwan?
Miro hacia todos lados y rápidamente se enfoco en la puerta abierta de par en par y con lo curioso que era su hijo de seguro se había ido a explorar en lo que los adultos peleaban, salió corriendo ignorando los reclamos del que sería su supervisor, o sea Kibum, miro hacia el lado derecho del pasillo y lo vio muy campante caminando tranquilamente viéndolo murmurarle quien sabe que a su Mickey mouse.
-¡¡In hwan!! ¿Qué crees qué haces?-pregunto molesto llamando la atención del pequeño avanzando furioso hasta él empujando en el proceso a un tipo de costoso traje negro y al señor que lo acompañaba que supuso era empleado del tipo.
-Solo quedia ved haya-se disculpo señalando el otro lado de la puerta de cristal donde había bonitos árboles ornamentales y una fuente.
-No jovencito ya hablamos sobre eso ahora mismo vamos a la guardería-refunfuño agachándose hasta quedar a su altura viendo ese extraño mohín entre burlón y molesto que le recordaba a Yoochun, mientras que Han Geng y el cabeza de familia Park observaban divertidos la escena pues el castaño parecía un niño reprendiendo a otro niño.
-Disculpe joven ya le han informado la ubicación de la guardería- se aventuro a preguntar el hombre mayor.
-Oh sí muchas gracias señor lamento lo de hace un momento-Junsu hizo una reverencia y le sonrió amable tomando bien fuerte la manita de In Hwan.
-Hola señod me llamo Kim In Hwan y lo siento mucho…-se presento sonriendo después de hacer una reverencia como Junsu, mientras la misma sensación de hacía un momento lo embargaba por completo ese pequeñito se le hacía conocido.
-Hola es un placer conocerte apuesto a que la guardería te encantara…-el señor Park sonrió y le revolvió el cabello quedándose con una extraña pero bonita sensación, mientras su acompañante sonreía con simpatía hacia el niño.
-¿Cuál es su nombre?-pregunto el mayor hacia Junsu.
-¡¡KIM!!-Gritaron a espaldas de ellos, ¡oh por dios! era Kibum quien estaba tan molesto que ignoro a los otros dos presentes, Junsu hizo un puchero y tomo a In chan de los tirantes del Jumper echándoselo al hombro como costal de papas haciendo reír a su hijo y al señor a quien le hizo una reverencia antes de avanzar hacia el infierno.
-Todo es por ti In Hwan así que algún día espero que me lo agradezcas-murmuro apesadumbrado llegando hasta Kibum.
In Hwan se cubrió la boca riendo y se despidió de sus nuevos dos amigos moviendo la manita hiperactivamente hasta que los perdió de vista al girar por un pasillo.
-No me dijo su nombre…-murmuro el señor hacia Hang Geng, quien estaba algo abstraído intentando recordar porque ese chico se le hacía familiar.
-No se preocupe el pequeño lo hizo, Kim In Hwan, si se dirigían a la guardería el nombre de los padres debe estar en los registros…-
-Eres bastante eficiente, habla con Kibum que le dé el trabajo….-el Hombre sonrió con amabilidad encaminándose nuevamente hasta la oficina de presidencia, mientras Hanie sonreía enormemente, a simple vista no lo parecía pero era un hombre con un muy buen corazón.
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-¡¡Muévanse!! ¡¡Solo nos queda una hora!!-Los Chefs de planta solo observaban al atractivo principiante dar las ordenes como un verdadero veterano ni si quiera ellos gritaban tanto, cabe destacar que todos esos jovencitos que buscaban el empleo lo obedecían sin chistar, mientras revisaba con actitud crítica lo que hacían los cocineros a su cargo. El señor Park ingreso a la cocina conversando amenamente con el Chino, necesitaba comer algo se estaba muriendo de hambre, varias personas los saludaron respetuosamente llamando la atención de Jaejoong.
-Buenos días se les ofrece algo- se acerco a ellos parando su recorrido dejándolos a una distancia prudente de lo que sería el almuerzo para los pequeños de la guardería.
-Buenos días-saludaron a coro sonriendo al observar el porqué de la actitud del aspirante.
-Le importaría obsequiarme un vaso con agua…-pidió el señor Park hacia ese enérgico muchacho, pues solo vasto una mirada al grupo para que empezaran atrabajar como desquiciados.
-Claro…-respondió con una bonita sonrisa, regresando con dos vasos con agua y un par de contenedores desechables hasta el tope de fruta.
-No me lo tome a mal señor pero se identificar cuando una persona muere de hambre, apuesto que nadie lo notara…-rió algo avergonzado cubriéndose la boca arrancando varios suspiros de sus colaboradores.
-Después mandare por los vasos que tengan buen día-Jaejoong hizo una reverencia y regreso a su área comenzando a preparar esa linguini a la carbonara que sería el desayuno del presidente, su carta de presentación y su ingreso a la empresa, sin saber que era la misma persona a la que le había lanzado el café en la mañana.
-Muchas Gracias- acoto el mayor bastante sorprendido, si todos los jefes de los comedores fueran así que rico comerían sus empleados. Miró a Han Geng y sin decir nada este asintió, lo reiteraba que muchacho tan eficiente, mientras recordaba el nombre que estaba bordado sobre el pulcro uniforme del Chef, Kim Jaejoong.
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In Hwan observo con una sonrisa como es que su papi se retiraba con su tío postizo el mapache mordaz, como lo llamaba Junsu cuando no lo escuchaba después de darle como 20 mil besos y hacerle prometer que se portaría bien. Miro a la noona que lo cuidaría leer distraídamente una revista sin prestar mucha atención así que se puso en pie y sigiloso se acerco a la puerta él quería conocer los arboles y la fuente que estaban a fuera eso no era malo así que iría, saludaría a los arboles y volvería antes de que la noona se diera cuenta de que se había ido.
Uno, dos, tres pasitos, ¡brinco!
Uno, dos, tres pasitos, ¡brinco!
Sin hacer ruido y mirando los alrededores con curiosidad camino a paso tranquilo esquivando a los apurados trabajadores que se movían de un lado para otro cumpliendo con sus obligaciones, pasándolo de largo mientras el miraba todo atento tropezando de vez en cuando sin soltar su preciado muñeco de peluche el cual lucía deteriorado pues estaba con él desde que nació ya que fue el primer regalo que Junsu le hizo a su pequeño.
Corrió cuando vio a un distraído chico abrir la puerta de cristal con un montón de cajas en las manos, soltando una carcajada cuando se encontró a fuera del edificio.
-¡¡Woaaaaa que monitos adboles!!- grito corriendo por en medio de los arbustos que estaban a un lado de las escaleras de concreto, pues de esa manera llegaba más rápido hacia los arboles y donde suponía estaba la fuente que vio cuando llego y a la que sus tíos no lo dejaron ir.
Lanzo un grito emocionado y salió disparado de entre los arbustos brincando como si fuese un súper héroe, espantando a la persona que sentada sobre una marquesina fumaba tranquilamente un cigarro con el cual comenzó a ahogarse, respirando mejor cuando lo vio aterrizar con equilibrio sobre el piso.
-¿Qué haces aquí afuera pequeño?-pregunto recibiendo esa sonrisa encantadora que lo hizo relajarse en su asiento esperando que el niño dejara de observarlo para que le respondiera.
-¡Hola me llamo Kim In Hwan! y gatito hyung dice que eso que despid…despira es malo…-le contesto curioso ladeando el rostro antes de echarse a reír risueño.
Yunho se quito los lentes acompañando al pequeño con las risas.
-Ese tal gatito hyung tiene razón…-murmuro apagando el cigarro lanzando la colilla al piso, ganándose una mirada medio molesta y un ligerito frunce de cejas del pequeñito.
-Gatito hyung también dice que los que tidan la basuda en el piso son unos ¡¡puedcos!!-al decir la última palabra respiro profundamente y cerró los ojos como si le costara trabajo enunciar la frase, como ya lo abran notado tiene dificultades para pronunciar la “r”.
Yunho volvió a reír con fuerza, primero le lanzan el café, bueno a su auto, después un niño lo llama vicioso y además puerco, definitivamente ese sería un día épico.
-Está bien, está bien…-se levanto estirándose en el proceso y camino hasta la colilla levantándola y depositándola en el cesto de basura más cercano.
-Sabes in Hwan tu no deberías estar aquí afuera así que ven con migo te llevo a la guardería…-de paso reprendería a la persona que debía estarlo cuidando.
-¡¡oiga oiga!! Ya que no me dejada saludad a los adboles ¿aquí es un jungla?-pregunto cuándo lo levanto en brazos iniciando su regreso a la guardería.
-Supongo…que de alguna manera lo es…-le contesto revolviéndole el cabello.
-¿Y qué animal edes?-pregunto rápidamente.
-si lo ponemos así creo que el león…-contesto siguiendo el juego del pequeño.
-¡¡¡Groaw!!!-gruño imitando a un león cerrando su mandíbula como si lo fuese a morder.
Yunho rió de nuevo, ojala todas sus mañanas fueran así-Eres muy divertido, quiero un hijo como tú…-murmuro de forma tierna haciendo un puchero ganándose un pellizquito en las mejillas por parte del infante, los dos comenzaron a reír de forma ruidosa y al ingresar al edificio captaron la total atención del personal.
¿Park Yunho con un niño en brazos?
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Sabía que debía prestarle atención a Kibum cuando le dijo a donde es que tenía que dirigirse, ¿era a la izquierda o a la derecha?, con un demonio si Jae se enteraba lo regañaría y Junsu lo molestaría por décadas, pero no era culpa suya, o al menos totalmente, los pasillos eran iguales y el era demasiado despistado así que termino perdido caminando de espaldas viendo ese extintor por el que había pasado tres veces ya, por ir regañándose internamente se tropezó con alguien, y termino de bruces en el suelo con esos papeles que tenía que entregarle a la secretaria del presidente desperdigados por el piso.
-¿Te encuentras bien?-preguntaron extendiéndole una mano, ayudándolo a incorporarse un poco.
-Lo siento mucho es que creo que me perdí…-murmuro en tono afligido levantando y ordenando con eficiencia esos papeles, que bueno que los había revisado antes pues gracias a ello se aprendió el orden.
-¿Hacia dónde te diriges?-pregunto el señor Park no pudiendo esconder esa risita burlona que surcaba su rostro.
-Buenos días me llamo Kim Minho, me dirijo a la oficina del presidente, bueno más bien con la secretaria…-murmuro algo apenado mostrándole esos documentos al señor, pues él y el muchacho que lo acompañaba parecían gente muy importante.
(Es el único que lo ha notado LOL)
El señor Park se sintió un poco más joven pues esa expresión y la actitud del chico, le había recordado mucho a sus hijos cuando eran niños y lo seguían para todos lados aunque fuera gateando, en el caso del menor de sus hijos, el mismo que se acercaba con seriedad hacia ellos completamente ajeno a lo que sucedía a su alrededor revisando esos documentos sin fijarse mucho en los pasos que daba y que en cualquier momento podían hacerlo tropezar y caerse.
-Changmin Buenos Días…-llamo su atención Hanie saludándolo con una sonrisa, mientras Minho prefería quedarse callado y observar al recién llegado, quien traía unas marcadas ojeras y el cabello un poco revuelto.
-Buenos Días Han Geng, señor Park…-acoto burlonamente ignorando a la persona que estaba con su padre y con el amigo del idiota de Yoochun.
El señor frunció las cejas y meneo la cabeza disconforme-Changmin si no duermes lo suficiente enfermaras y de nada te servirá trabajar tanto, acaso no piensas conseguirte un ayudante, sabes que hay muchas personas eficientes a tu alrededor-
-Me encantaría tomar tu consejo, pero tengo algo de prisa y un maldito dolor de cabeza, quizás otro día y con más calma escuche tus sugerencias…-los paso de largo y se encamino hacia el ascensor, Minho se sintió un poco mal pues el señor había compuesto una expresión preocupada al ver al muchacho retirarse, rebusco entre su saco y agradecía inmensamente que Jaejoong fuera peor que una mamá, camino apurado hacia Changmin y lo jalo tímidamente de la manga del saco, lo miro unos segundos y le sonrió tomo una de sus manos y coloco un par de pastillas en su palma.
-son para el dolor de cabeza que tenga un buen día…-hizo una reverencia y dejo que Changmin ingresara al elevador, después de recibir un rápido escrutinio que lo puso nervioso, Changmin nunca le prestaba atención a nadie más que a su trabajo y de repente un chico es amable con el de la nada, porque apostaba por la cara que puso cuando llamo Park a su papá que no sabía quién era él, no quería quedar como un grosero maleducado frente a su papá pero demoro demasiado en recuperarse del pequeño Shock.
-Gracias…-esa inaudible murmuración salió de sus labios cuando las puertas ya se habían cerrado.
-Demonios…-murmuro cerrando la mano algo molesto, para después mirar esas pastillas para el dolor y sonreír poquito tal vez su día no sería tan malo después de todo.
-¡¡Ah pero que muchacho tan grosero!!-renegó el mayor acercándose a Minho, quien cada vez le caía mejor, pero que lindo que era, estaba seguro de que a su esposa le encantaría.
-Nos dirigimos a la presidencia puedes venir con nosotros…-le hizo saber Han Geng mientras Minho se ponía nervioso de nuevo.
-¿Señor usted es acaso el presidente?-pregunto algo nervioso apachurrando los papeles entre sus manos, viendo al señor Park y a Han simultáneamente.
El hombre mayor rió con jovialidad-Hanie creo que ya encontré a tu reemplazo puedes irte de vacaciones a China…-le dijo palmeándole la espalda, mientras el chino sonreía emocionado y Minho los miraba sin entender nada.
-No te preocupes vamos, en el camino te explicaremos las cosas-lo insto riendo demasiado alegre, por fin vería a Henry.
**********
El ascensor se detuvo en el tercer piso las puertas se abrieron y aún así Changmin no levanto la mirada, pues no había nadie a la vista para abordar, se froto un poco el entrecejo y continuo leyendo y analizando esas cifras, tal vez si necesitaba un ayudante, las puertas volvieron a cerrarse y el cubículo quedo sumido en un tranquilo silencio hasta que…
Jalaron su traje un par de veces llamando su atención, pues viro hacia todos lados y estaba verdaderamente seguro que no había nadie, el no dormir comenzaba a pasarle factura, volvió a su lectura y jalaron su traje de nuevo.
-¡¡Jidafa aquí abajo!!-llamo In Hwan con un gracioso mohín en el rostro, una vez que llegaron a la guardería el león comenzó a gruñirle a su noona y como no le estaban prestando atención corrió al ascensor más cercano él quería saludar a los arbolitos y cuando entro se encontró con esa jirafa, si estaban en la jungla no había necesidad de preguntar nombres.
-Hola me llamo Kim In Hwan tengo tes años, casi cuato…-le dijo mostrando los deditos de una de sus manos.
-¿Por qué me llamas jirafa?-pregunto agachándose y levantándolo pues estaba muy pequeño y sería molesto estar hablando así con él.
-Por que le pregunte al león y me dijo que todo esto ¡¡es un jungla!!-grito alzando sus manitas para darse a entender mejor.
-No se dice un, se dice “es una jungla”-corrigió al pequeño marcando de nuevo el tercer piso, por eso no quería un ayudante, usualmente las personas son incompetentes cómo es posible que los niños anden fuera de la guardería.
-Ok entonces estamos en ¡¡una Jungla!!-grito nuevamente riéndose de Changmin.
-Aprendes rápido pequeño, me agradas…-
-Tu también aunque seas una jidafa muy alta, totuga chan también es alto pedo el padece más una totuga así lenta y vede aunque me besa mucho, mucho y dice que soy muy listo pada la edad que tengo y también me da cedeal en el desayuno…-le conto casi a gritos hablando muy rápido, Changmin saco un lápiz de la bolsa de su saco y lo metió entre los labios del pequeño.
-Ahora repite muchas veces ferrocarril…-In chan comenzó a reírse más aun así le hizo caso.
-Fedocadil, fedjocadhil, fedrocadil…-
-Continua lo estás haciendo bien…-esa era una buena táctica para que los niños aprendieran a pronunciar correctamente. Salió del elevador y camino imponente por el pasillo hasta que vislumbro la entrada a la guardería y a ¿Yunho? Ligando con la tipa que debería cuidar a los pequeños.
-Bravo, bravo, bravo tú ligando y mientras tanto los niños fuera de la guardería…-reprocho Changmin mordaz, mirando con desagrado a la chica quien se cohibió y rápidamente tomo al niño de entre los brazos del mayor, mientras in Hwan seguía repitiendo “ferrocarril”.
-Changmin no tienes porque ser tan grosero…-
-sí eso no iba para ella si no para ti…-
-¿Qué estas insinuando?-
-¡¡Yunho no insinuó nada solo digo lo que veo!!-
-Changmin pues para tu información yo acabo de traer al niño porque me lo encontré ¡¡haya afuera!!-
-Oh gracias por la información, entonces estas despedida puedes venir mañana a recoger tus honorarios…-hablo con frialdad mirando a la pobre chica a la que se le fue hasta él aire.
-¡¡Pues yo te vuelvo a contratar!!-grito mirando mal a Changmin quien rodo los ojos.
-Así pues yo te voy a acusar con mi papá y aunque no quieras la va a despedir y también le diré a Yoochun y se molestara porque le contare que los niños se metieron a su oficina y regaron todos sus papeles y que también rompieron su agenda de citas y entonces se desquitara con la culpable que prefiere verte hablar y hablar de estupideces que hacer su trabajo...-Acoto con un tono grave y una expresión sería, contrario a lo infantil de sus argumentos mientras Yunho hacía un puchero disconforme.
-Pues yo hablare con mi mamá y te jalara esas orejotas deformes que tienes porque no le haces caso a tu hermano mayor…-gimoteo casi a punto de hacer un berrinche, mientras la pobre chica suspiraba algo asustada ¿y esos eran los que manejaban la compañía?
Definitivamente el mundo estaba loco, loco, se inclino un poco para ver cómo estaba In Hwan y el pánico la atrapo de nuevo, ¡¡el niño no estaba!!
-Disculpen…-murmuro la chica llamando a sus dos jefes, mientras los escuchaba pelear por un pastel de cumpleaños cuando tenían 7 años.
-Disculpen…-volvió a murmurar mientras ahora el contra ataque era ese patito de hule que les regalo su abuela y que Yunho lanzo por el escusado.
-¡¡DISCULPEN!!-
-¿¿QUÉ??-Gritaron los dos hermanos al mismo tiempo.
-El niño ya no está…-volvió a murmurar suavecito, el dúo Park se miro unos segundos y salieron disparados hacia el jardín vaya que era inquieto el pequeñito, ojala que no le pasara nada si no imagínense el lío en el que se meterían.
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Los adultos eran verdaderamente complicados, estaba seguro que nada impediría que saludara a los arbolitos en esta ocasión, mientras de brinquito, en brinquito seguía con el lápiz entre los labios gritando “Fedrocadril” ya casi podía.
Y Park Yoochun ingresaba con una sonrisa galante y satisfecha al jardín de su compañía, la fiesta de esas gemelas había sido verdaderamente inspiradora, miro hacia el cielo y se sacudió el cabello lo mejor sería pasar de largo de aquellas dos, eran frívolas y vánales aunque sus ojos le hubiesen recordado tanto a Junsu, casi cuatro años y la imagen de ese hermoso chico aún rondaba su memoria, “Me pregunto ¿Cómo es que estará?”
-¡¡Yoochun!!-Escucho que le gritaron desde la entrada.
Valla eran sus hermanos, miró su reloj, aún era temprano que querrían además de regañarlo.
-¡¡Good Morning!!- saludo con una gran sonrisa girando todo su cuerpo, viendo cómo es que venían agitados y manoteando de forma demasiado homosexual para su gusto.
-¡¡ ¿has visto a un niño?!!-pregunto Changmin sin aire, mientras Yunho llegaba y lo empujaba.
-¡¡Así mira pequeñito y simpático habla mucho y no debe pasar de los tres años!!-continuo agachándose para jalar aire.
-¡¡Tiene tres, casi cumple cuatro!!-informo Changmin más repuesto, mientras Yoochun hacía esfuerzos inhumanos por no reírse de esos tarados.
Yoochun se cruzo de brazos y les dedico una mirada arrogante.
-¿Como de medio metro, usa un Jumper azul y tiene el cabello negro, un lápiz entre los labios y además trae un peluche de Mickey mouse?-
-Si ¿Ya lo conociste?-preguntaron aliviados.
-No pero está muy campante brincando en la jardinera tras ustedes…-informo riéndose de sus caras espantadas.
-¡¡Ferrocarril!! Wuiiiii ¡¡Ya me salió!!- grito con fuerza y abrió sus bracitos, tomo impulso y salto con toda la intensión de darle un gran abrazo al arbolote.
Los hermanos Park corrieron, si se lastimaba no sabrían que hacer, en medio de un par de gritos, empujones, carreras apresuradas y tropezones las cosas quedaron así.
Yoochun con todo el trasero y espalda adoloridos pues quedo sentado recargado sobre el árbol recibiendo el abrazo por parte del niño quien había chocado con todo su pecho, quedando sentado entre sus piernas sobándose la naricita de forma graciosa.
El infante levanto la mirada y choco con la de Yoochun quien sintió un vuelco en el corazón tan familiar pero que estaba seguro no había sentido nunca antes, el niño lo miro unos segundos más para sonreírle con lo ojitos entrecerrados posando después alternadamente sus ojos entre el mayor y su peluche.
Mientras Yunho y Changmin se dejaban caer al piso con sendas sonrisitas aliviadas, eso había estado cerca.
El pequeño comenzó a reírse como un tierno angelito cubriéndose la boca como un reflejo, el corazón de Yoochun comenzó a palpitar de anticipación y con algo de indecisión acarició el cabello del niño.
-¡¡Te pareces al señor ratón!!-interrumpió in chan abalanzándose con fuerza hacia Yoochun, quien fue claramente consciente de la revolución interna que le provoco ese contacto correspondiendo como autómata el abrazo del niño deslizando con suavidad sus manos sobre la pequeñita y frágil anatomía antes de recibir ese dulce besito que el pequeño dejo en su mejilla.
-También…tú pareces un ratoncito…-comento sonriendo inundado de pronto de una felicidad que sintió un tanto ajena pero familiarmente cálida como si abrazara una parte de su ser.
-El delfín también me dice ratoncito…-le dijo con una sonrisa volviendo a cargar y abrazar su peluche, ganándose un curioso y afeminado abrazo por parte de Yoochun, que tierno era ese niño.
Mientras Junsu se cortaba repentinamente con una hoja de papel y ese feo presentimiento volvía a adquirir fuerza, dejándolo relegado cuando Kibum volvió a gritarle que se apresurara.
Continuara…
*Amanecer.
